Corazones de ADN

Crédito: Rosa García, integrante del Laboratorio de Genómica Funcional, Institut Pasteur de Montevideo.
Una de las formas en que se reproducen las células es a través de un fenómeno llamado mitosis, que consiste en que una célula madre se divide para generar dos células hijas idénticas.
Para asegurarse de que cada una de estas células hijas cuente con la misma información genética (y así mantener la estabilidad genética en los organismos), la célula madre duplica su ADN —organizado en cromosomas—, antes de dividirse.
Esta imagen muestra el momento en el proceso de mitosis en el que unas estructuras llamadas microtúbulos (en color rojo) actúan como lazos que capturar a los cromosomas duplicados, para que cada una de las dos células hijas tenga un ADN idéntico. En azul, se puede observar el núcleo de las células, en donde está contenido el ADN.
Los puntos en flúo son los centros organizadores de microtúbulos. Cada uno de ellos se encarga de coordinar esos lazos para que los cromosomas queden repartidos correctamente entre las nuevas células.
El Laboratorio de Genómica Funcional del Institut Pasteur de Montevideo toma este tipo de imágenes para el estudio del ciclo celular. Concretamente, en el centro organizador de microtúbulos se encuentra una proteína de especial interés para este grupo de investigación llamada PIWI. Junto con unos fragmentos muy cortos de ARN, PIWI cumple un papel fundamental en la defensa del genoma de los organismos al proteger a las células germinales (óvulos y espermatozoides) y garantizar una correcta división celular.
Cuando la proteína PIWI se sobreexpresa (es decir, que ya no está únicamente en las células germinales, sino también en otras partes del cuerpo), se genera una desregulación. Esto hace que las células se dividan más de lo normal, lo cual es característico de enfermedades como el cáncer.