Lunares bajo la lupa
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Crédito de la imagen: Bruno Schuty, integrante de la Unidad de Bioimagenología Avanzada del Institut Pasteur de Montevideo y del Hospital de Clínicas.
Aunque los vemos en nuestra piel como simples puntos o manchas marrones, los lunares, cuando se observan bajo el microscopio, revelan una gran cantidad de información que ayuda a explicar su formación, desarrollo y su interés tanto científico como médico. Estos detalles microscópicos permiten a los investigadores entender mejor los procesos celulares involucrados y sus posibles implicancias en la salud.
En la imagen se puede ver un corte de un lunar obtenido en un microscopio confocal que detecta luz en todas las longitudes de onda, similar a un arcoiris. Dependiendo de los componentes presentes en el tejido del lunar se podrá observar los diferentes colores. En este caso el violeta muestran un gran contenido de células melanocíticas, que producen la melanina, la molécula que da color marrón a los lunares.
Los lunares, o nevos, se forman cuando hay un crecimiento excesivo de células de la piel llamadas melanocitos, responsables de producir melanina, el pigmento que da color a nuestra piel.
Durante la niñez y la adolescencia, la mayoría de las personas desarrollan entre 10 y 45 lunares en diferentes partes del cuerpo.
Los lunares, también conocidos como nevos, surgen cuando se produce un crecimiento excesivo de células de la piel llamadas melanocitos. La mayoría de las personas tienen entre 10 y 45 lunares que aparecen durante la niñez y la adolescencia en diferentes partes del cuerpo. Pueden tener distintas formas y tonos, y algunos también pueden desaparecer con el tiempo.
A menudo, los lunares son inofensivos, pero ese crecimiento excesivo de células puede también derivar en un tumor de piel, como el melanoma. Por eso es importante estar atento a cambios en el tamaño, forma o color de los lunares, y consultar periódicamente a un médico o dermatólogo para que los revise.
En el instituto, un grupo de científicos trabajan con médicos del Hospital de Clínicas en el desarrollo de una tecnología que permita detectar patrones espectrales, es decir, diferencias en los espectros de luz que emiten las moléculas presentes en los nevos y melanomas, para poder diferenciarlos y aumentar la precisión del diagnóstico.